Hace una semana fui al cine luego de mucho tiempo que no lo hacía. Me habían recomendado esta película y aunque no soy fanática de Nicole Kidman, decidí ir a verla.
Me gustó mucho; es súper larga y tiene también su parte culebrona (osea de telenovela) pero si dejas de lado esa parte y ves el mensaje que lleva consigo va a valer la pena haber ido.
En el mundo pocos seres humanos conservan aún una conexión tan estrecha y una relación tan pura con la naturaleza y con el cosmos; uno de ellos son los aborígenes australianos. Ellos no necesitan de tecnología, no necesitan de palabras ni de reglas a seguir; ellos se comunican con el corazón, ven más allá de lo que los ojos ven, escuchan mucho más de lo que los oídos oyen y cada una de las experiencias que viven las aplican a su quehacer diario, siempre tomando lo necesario para vivir y agradeciendo por cada cosa que el cosmos les entrega. Fueron considerados ignorantes durante mucho tiempo y se les trató de "educar", de volverlos un poco "inteligentes"; y no nos dimos cuenta que los ignorantes somos nosotros: la sabiduría y la esencia pura que el divino nos entregó a todos cuando este mundo se creó sólo ellos la han conservado... nosotros hemos perdido todo y ahora dependemos cada vez más de instrumentos que nosotros mismos creamos para desenredar la maraña en la que nos metimos por voluntad propia, irónico, ¿no?
Tenemos mucho que aprender de estos seres tan maravillosos, si escuchamos claramente los mensajes y señales poco a poco podremos volver a nuestra esencia.
Si te interesa saber un poco más del mensaje de los aborígenes australianos y quieres entender su relación tan maravillosa y sagrada con el cosmos, lee el libro: "Voces del desierto" de Marlo Morgan. Para mí fue perfecto haber leído el libro y luego haber visto la película. Ojo que no es la misma historia, pero están relacionadas.
Disfruta del libro y también de la película.