Qué orgullosa estoy de tí!

En los momentos más difíciles de la vida uno pone a prueba su fuerza de espíritu; de cada pared que se nos pone al frente, de cada piedra que nos cae, de cada tropezón y caída que tenemos, de cada bofetada y cada ofensa que recibimos ponemos toda esa fuerza que tenemos para salir adelante y ser cada vez más fuertes. Sólo depende de nosotros.... seguro que derramaremos muchas lágrimas y a veces nos sentiremos muy heridos, pero luego nos secaremos esas lágrimas, nos pondremos de pie y seguiremos avanzando porque cada cuota de dolor que tenemos que vivir nos fortalece, nos enseña, nos da lecciones.
Si tienes que detenerte para respirar hondo y tomar fuerzas para seguir avanzando, hazlo; si tienes que dar unos pasos atrás para tomar impulso, hazlo; no te dejes hundir por nada ni por nadie.
Eres muy fuerte, mucho más de lo que imaginas; no sabes cuán importante es todo lo que estás logrando en estos momentos de tu vida.
Me estás enseñando mucho y te agradezco por eso. Hay mucha luz en tu camino y nadie la va a poder apagar, porque la luz la llevas en el corazón y ahí está segura, alimentándose de mucho amor.
Sólo te puedo decir que estoy muy orgullosa de tí.