Shivaísmo
El shivaísmo es una forma de práctica y doctrina espiritual no dual que se originó en la India. Los shivaístas creen que la creación entera es una expresión de la divinidad consciente, y no es diferente de esa divinidad que llaman Shiva. Porque él es simultáneamente el creador y destructor, Shiva es inmanente y al mismo tiempo trascendente. Este concepto es diferente que muchas tradiciones religiosas semitas. En esas tradiciones, Dios es diferente de su creación y es únicamente trascendente, o “más arriba” de ella. Como en todas las denominaciones hinduistas, el shivaísmo reconoce la existencia de muchas otras deidades, pero las consideran meras expresiones del ente supremo, Shiva. Este tipo de creencia se llama el teísmo monista: el universo es una mónada o conciencia única que se expresa de manera dualista, pero fundamentalmente, es solo uno: Shiva.
El shivaísmo es una denominación muy profunda, dedicada y mística del hinduismo. Como es una religión con una perspectiva muy amplia, el shivaísmo abarca sistemas filosóficos, rituales devocionales, leyendas, misticismo y varias prácticas de yoga. Contiene tradiciones monistas y dualistas.
Los shivaístas creen que Dios trasciende una sola forma, y sus devotos frecuentemente veneran a Shiva en la forma de un lingam (falo) que simboliza al universo entero. Shiva también es venerado como la manifestación antropomórfica de Nataraja, el bailador divino que anima al universo y lo destruye cada muchos millones de años. También es Dakshina-murti (la forma que espera una recompensa espiritual); Jari Jara, una deidad mitad Vishnu y mitad Shiva; y Vairabha, que blande el tri-śūla, un tridente de deseo, acción y sabiduría.
Las características principales del shivaísmo hoy en día son:- Shiva es el Dios supremo entre la trinidad de dioses hinduistas (Brahma, Vishnu y Shiva).
- Se venera a Shiva en dos formas. Uno es el de lingam (falo) y el otro es en forma humana. Hay muchas variedades de la forma humana. El más importante de estos es Nataraja (la forma del bailarín) y Dakshina-murti (el profesor enseñando a los cuatro sabios acerca de la Verdad Absoluta).
- Su consorte Parvati y sus hijos (Murugan y el ya nombrado Ganesh) también son venerados en los templos.
- Los shivaístas también veneran a Shivá en sus hogares. Tienen pequeños ídolos de piedra —a veces con forma de lingam (falo)—, llamados Shalagram. Los shivaístas les ofrecen baño diario, adoración y ofrendas de comida.
- La ceniza (bhasma) sagrada, proveniente de la cremación de cadáveres, forma una parte importante de la adoración. Se baña a la deidad de Shivá en las cenizas. Luego, se distribuyen las cenizas a devotos, que con reverencia la ponen en la frente y en otras partes del cuerpo.
- Durante las adoraciones se recita la sílaba sagrada OM.
- Se considera sagrado el término de cinco sílabas om namah shivaia (‘om, reverencias a Shivá’) y los devotos consideran un deber repetirlo muchas veces.
- Los sacerdotes hereditarios de los templos shivaístas se llaman shivá-acharia. A los Brahmanes (casta sacerdotal) no se les permite adorar a la deidad dentro del altar, considerado un sitio sanctasantórum, que es el privilegio exclusivo de los Shivacharias. Este privilegio se pasa de padre a hijo varón.
- Chidambaram, un pueblo en Tamil Nadu, es el sitio del famoso templo de Nataraj (‘el rey de la danza’). Este lugar es considerado el más sagrado de los sepulcros shivaístas.
La ciudad de Benares es la ciudad de Shiva. Un templo shivaísta muy reverado es el Chidambaram, en el sur de India.
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