Alimentación y Yoga

La práctica del yoga es individual: Cada ser llega al yoga por distintos motivos y lo practica con diferentes objetivos; asímismo, tenemos que tener en cuenta que cada uno de nosotros es único física, mental y espiritualmente...venimos a la práctica con nuestras propias limitaciones, fortalezas, debilidades, lesiones y locuras. Sin embargo, lo que todos finalmente buscamos es un equilibrio, puede ser físico, mental o espiritual o la unión de los tres, lo cual sería óptimo.

Al buscar ese equilibrio con el cosmos, nosotros como seres individuales también buscaremos un equilibrio en nuestra alimentación y hábitos diarios, según nuestras propias necesidades, que nos ayudarán a sustentar, complementar y nutrir nuestra práctica diaria.

La primera señal que hay que tener en cuenta con respecto a tu dieta es que estará funcionando adecuadamente si te sientes saludable, fuerte, duermes bien, tienes una digestión sana y tu práctica se siente sustentada y complementada y no agotada.

Por lo tanto, experimenta, utiliza tu sentido intuitivo y adapta tu sistema de alimentación con el objetivo de buscar un equilibrio perfecto entre lo que comes y cómo esos alimentos sostienen tu práctica.

En mi caso, yo necesito tener el estómago totalmente vacío para poder realizar una práctica saludable y equilibrada; tal vez tu caso sea distinto...no olvides que cada individuo es distinto. Utilicemos todos nuestros sentidos y nuestras experiencias personales.

Una vez que aprendas a reconocer qué alimentos necesita tu cuerpo, éste se volverá en un acto natural, que fluirá naturalmente sin volverse obsesivo ni atado a estructuras rígidas. Seamos flexibles de mente (recuerda que el yoga no se trata de ser flexibles físicamente).