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23 de mayo de 2008

En India

Como algunos de ustedes saben, estoy en India nuevamente. Esta vez en un viaje totalmente distinto. Estoy abriendo un blog donde pondré datos y vivencias que vayan sucediendo en este viaje.... estas experiencias quedarán guardadas en un link privado donde tendrán acceso las personas que realmente me quieren bien, que quieren lo mejor para mí y que entenderán lo que ahí escribiré. Han pasado muchas cosas y prefiero que sea así.
Espero poder transmitir todo lo que estoy viviendo estos días aquí en Puna. Gracias por visitar mi blog.
Namaste

17 de mayo de 2008

Todas las formas de ser feliz

Los seres humanos llegamos a una conclusión por unanimidad: TODOS QUEREMOS SER FELICES.
La felicidad tiene muchas caras y hay varios niveles de felicidad que podemos cultivar según la filosofía hindú. Es posible reconocer y tener acceso a este tesoro que todos tenemos dentro de nosotros y que garantiza un estado de bienaventuranza duradero y menos dependiente de las variaciones de humor, emociones y factores externos.
Budistas, hinduístas y escuelas filosóficas como el yoga han estudiado y clasificado diversos niveles de felicidad. Para tener una idea, en sánscrito, existen por lo menos 30 palabras para describirlos. Entre ellas, existe una para identificar el placer transitorio (sukha), otra que indica el estar contento (santosha), una para la felicidad espiritual (mudita) y una cuarta que expresa la felicidad más profunda (ananda).
La filosofía oriental nos enseña que aunque el mundo exterior nos dé placer y alegría, es posible tener acceso a niveles más profundos y duraderos de felicidad; la principal receta para eso es depender cada vez menos de personas y circunstancias.
Los maestros orientales afirman que el camino para ser feliz está dentro de cada uno de nosotros y nada tiene que ver con hechos buenos o malos que se presenten en nuestras vidas.
SER FELIZ ES NUESTRA VERDADERA ESENCIA y es necesario que lo recordemos mil veces al día.
El camino que podemos seguir para vivir momentos cada vez más profundos y duraderos de felicidad no es tan complicado como creemos; sólo debemos ir a nuestra esencia divina.
Aceptemos lo que la vida nos ponga en el camino, eso trae paz instantánea que es el inicio de la felicidad. Hay que recordar cada día que dentro de nosotros existe un manantial inagotable de felicidad. No hay que culparnos de nuestros errores: caerse mil veces y levantarse es parte de la vida. No alimentemos centenares de deseos ya que éstos nos harán andar en círculos sin llegar a ningún sitio y por lo tanto nos dejarán insatisfechos e infelices.
Cuando la mente está más serena, nos convertimos en amos y señores de nuestro mundo y dejamos de ser influenciados por nuestras emociones. Aquiete su mente por medio de la meditación , el yoga y técnicas de respiración.
Desarrolle una práctica espiritual, ore, medite. Eso trae paz.
Dé alegría a otros seres, esa también es otra forma de atraer la felicidad.
Todos queremos tener una felicidad duradera... con estas prácticas todos podemos llegar a Ananda, la felicidad suprema. Según el Vedanta, una de las filosofías del Hinduísmo, Ananda es la meta que debe ser alcanzada por todos los seres; es la felicidad eterna, inmutable y plena. Esa es la felicidad que todos buscan conciente o inconcientemente. Es la felicidad de los que alcanzaron la iluminación.
Esta felicidad es nuestra verdadera naturaleza, el yo más profundo o divino. Esta esencia que nos pertenece está escondida pero la podemos recuperar con determinación y prácticas adecuadas como el yoga y la meditación.

15 de mayo de 2008

Un momento maravilloso

Ayer vinieron a visitarme mis sobrinos Daniel y Alessia de casi cuatro años. Como se imaginarán, a esa edad son incansables, imparables y tienen energía hasta para regalar... sin embargo, ayer pasó algo fuera de lo común y que me emocionó mucho, por eso lo comparto con ustedes. Como muchos sabrán, yo practico el Budismo y tengo un altar en mi cuarto donde hago mis meditaciones cada día. Anoche estaba con mis sobrinos en el cuarto y ellos espontáneamente empezaron a preguntarme quién era Buda, si era hombre o mujer, qué era ese collar de bolitas que estaba alrededor de su cuello, si él se molestaba si le apagábamos las velas, para qué servía el cojín que estaba a los pies del altar y cómo le rezaba yo a Buda. De una manera muy clara y simple yo les expliqué y respondí cada una de sus preguntas. Cuando pensé que ya habían saciado su curiosidad y me iban a pedir que jugáramos a otra cosa, Daniel me dijo que él quería rezarle a Buda como yo lo hacía, sentí una emoción tan grande que mis ojos se llenaron de lágrimas; Alessia me pidió lo mismo.
Nos sentamos los tres en el cojín, apagamos la luz del cuarto, y con todas las velas prendidas, ellos agarrando el mala (rosario) en la mano y dándole vueltas a una de las cuentas con sus manitos chiquitas, repitieron conmigo el mantra de la compasión (Om Mani Padme Hum) perfectamente bien pronunciado y con sus ojitos cerrados... fue un momento mágico inexplicable, donde la energía era inmensa, maravillosa, que venía de dos seres con el alma tan pura, tan llena de amor.
Estos momentos que la vida te regala, te hacen sentir tan agradecida, tan feliz, tan vital que sólo agradeces a la energía divina por tan lindo regalo.

1 de mayo de 2008

Invocación a Shiva

OM Namah Shivaya
Shiva: auspicioso, es el dios destructor de la Trimurti: ("tres-formas", la Trinidad hindú) junto a Brahma (dios creador) y a Vishnu (dios preservador).
Śivá tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro). El tercer ojo de Śivá en su frente es el ojo de la sabiduría, conocido como bindi. Es el ojo que ve más allá de lo evidente. En consecuencia a Śivá se lo conoce como Tri-netri-īshwara (‘señor de los tres ojos’). El tercer ojo de Śivá es comúnmente asociado con su energía salvaje que destruye a los malechores y los pecados.
Las cinco sílabas de este mantra representan el aspecto quíntuple de Shiva (productor, conservador y destructor respecto a la manifestación, encantador y liberador respecto al ser individual) y del universo (cinco sentidos, cinco elementos sutiles y cinco densos: éter, aire, fuego, agua y tierra). Por lo anterior, al repetir este mantra se obtiene realización espiritual y mundana, se vence al miedo y se alcanza protección sobre cualquier peligro. Además, destruye el deseo, produce desapego, sabiduría y bienaventuranza, acaba con el karma anterior, da vitalidad, valor y compasión. El pañchakshara mantra se considera la Pranava (la sílaba Om) en su forma densa. Se recomienda para todo tipo de personas, tanto para los de naturaleza activa como para los de naturaleza contemplativa y aun para los que han renunciado a toda actividad. Dice el Shiva Purana (Shatarudrasamhita 17, 27 y 34) que un hombre puede conseguir todo por medio de la repetición de las cinco sílabas y afirma que “la práctica debe comenzarse en el chaturdasi (cuarto día) de la quincena luminosa (de la luna nueva a la llena) y terminar el chaturdasi de la quincena oscura (de la luna llena a la nueva). Los meses de Magha (diciembre-enero) y Bhadrapada (agosto-septiembre) son los más auspiciosos. Durante la práctica deberá tomarse un solo alimento al día en cantidades limitadas”. El mantra de cinco sílabas deberá ser repetido quinientos mil veces, recordando todo el tiempo los diversos aspectos del Señor Shiva sentado en posición de loto con el creciente lunar y el río Ganges en su cabello enmarañado, su shakti sentada en su pierna izquierda y rodeado de sus servidores, realizando los mudras (gestos) abhaya (“no temor”, la palma derecha hacia el frente) y dador de dones (la palma izquierda hacia abajo). Debe ser adorado mentalmente como si estuviera situado en el corazón o en el plexo solar.

Rishi & Yoga Mukti

En mi viaje a Santiago de Chile durante el seminario de Faeq Biria, tuve la oportunidad de conocer a Rishi Joseph, maestro indio de Iyengar Yoga y fundador de Yoga Mukti en Santiago, ciudad donde vive desde el año 1998. El fue el responsable de traer al maestro Biria a Chile.
Rishi es un ser muy especial y con muy linda energía; y un excelente maestro de yoga: aunque no tuve la oportunidad de tomar clases con él, pude constatarlo por el nivel tan alto y el trabajo tan impecable de sus alumnos durante el workshop de tres días.
Espero poder volver a Chile pronto a tomar clases con él; estoy segura que será una experiencia muy enriquecedora.

Si estás en Santiago y estás interesado en ir a Yoga Mukti, haz clic aquí: YOGA MUKTI