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15 de junio de 2007

La postura de la semana: Salamba Sarvangasana I

En nuestra sesión del viernes, decidimos hacer el ciclo de Sarvangasana; aquí explico un poco de qué se trata esta postura.

SARVANGASANA: Postura de la vela o de todos los miembros.



En sánscrito:


Sa: junto, acompañado de
Àlamba: soporte
Sarva: todo, completo, total
Anga: Cuerpo, miembro


Sarvangasana es llamada la reina de todas las posturas porque trabaja en favor de todos los órganos del cuerpo: estimula la glándula tiroides, ayuda al sistema linfático, masaje a todos los órganos internos y alivia problemas respiratorios, hipertensión, insomnio, dolores de cabeza e inclusive la depresión.

Esta postura o asana es una de las más difíciles de realizar. Existen posturas que se pueden realizar previamente para facilitar la realización de sarvangasana:

-La postura de la esfinge ayuda a fortalecer los brazos y los hombros.
-La postura de la cobra: Bhujangasana.
-La postura del arado: Halasana, que normalmente se realiza como postura previa antes de entrar a Sarvangasana.
-La postura de la montaña: Tadasana.
-La postura de Dandasana.

Echarse en el piso con las piernas estiradas y brazos estirados a lo largo del cuerpo, palmas hacia abajo. Tomar aire.... expirar y levantar ambas piernas al mismo tiempo. Colocarse en Halasana. Una vez que esto ha sucedido, colocar las manos en la espalda con los diez dedos apuntando hacia arriba, luego subir una pierna a la vez o ambas si es posible. OJO: es importante que el tronco esté totalmente perpendicular al piso antes de subir las piernas, ya que una vez que éstas estén arriba, el cuerpo tenderá a colapsar y terminará en un ángulo de 45° y las manos y el cuello soportarán un peso innecesario. La barbilla no debe estar apretada contra el pecho, los codos deben estar a la misma altura de los hombros, los hombros deben rotar hacia atrás. Estirar la cervical y el cuello, dedos de los pies activos, mirando hacia arriba. Para que la postura alcance todos sus beneficios, hay que permanecer de 3 a 5 minutos.
Para deshacer la postura, regresar lentamente a Halasana y mantenerse ahí algunos segundos. Utilizar los músculos abdominales para regresar las piernas lentamente al piso en la posición inicial, mantenerse así por algunos segundos sintiendo el estiramiento de la columna y la sangre fluyendo por todo el cuerpo.

Nota: Si siente mucha presión en el cuello al realizar esta postura, utilizar dos frazadas dobladas y apoyar en ellas los hombros sólamente, los cuales deberán estar al borde de las frazadas.

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