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27 de octubre de 2007

La ciudad de Shiva

VARANASI

Shiva y Parvati, a los pies del Río GangesVaranasi, considerada la ciudad más sagrada y santa de la India, lugar de peregrinaje para los hindúes y donde muchos vienen a dejar su cuerpo y su espíritu. Está íntimamente relacionada con el Río Ganges y con la importancia religiosa que éste tiene en la religión Hindú. Conocida también como Kashi o Benares.
Varanasi es un mosaico de tradiciones espirituales, un lugar donde la vida y la muerte están unidas de forma muy especial.
Es la ciudad de Shiva; cuenta la leyenda que Shiva calmó al Ganges cuando éste derramaba toda su furia en la tierra; lo entrelazó en su larga cabellera y así logró mitigar toda su fuerza destructiva.

Shiva, el señor de Varanasi
Las aguas del Ganges o Ganga, llamada así por los Indios, son consideradas sagradas porque provienen de los Himalayas y sus aguas purifican el alma, tanto así que es un privilegio para los hindúes venir a morir acá. Las ceremonias de cremación se realizan en dos ghats principales (Ghat significa literalmente escalón). Los ghats son pequeñas plataformas que dán a la orilla del río más sagrado de la India; hay más de 100 y aquí vienen día a día millares de personas a bañarse, a purificarse, a orar, a lavar sus ropas, a hacer abluciones y a cremar a sus muertos.

Ghats donde lavan ropa
Ghats de cremaciónOfrendas a la madre GangaAbluciones en el Ganges

Llegamos a Varanasi en la tarde y nos quedamos en el hotel Surya; bonito pero lejos de los ghats y eso nos quitó la posibilidad de poder caminar y experimentar los distintos matices que tiene esta zona a distintas horas del día.
Varanasi es caótica, sucia, contaminada, vacas y perros por doquier, pero al mismo tiempo con una energía que recorre todo tu cuerpo y que te hace estremecer.
En la noche presencié una de las ceremonias más maravillosas y que me tocó hasta el fondo del alma y agradecí por cada momento que compartí con miles de personas que llevaron su devoción y se la entregaron a la Madre Ganga, en un mosaico de cantos sagrados, música, fuego, luces y ofrendas.
"Río sagrado que naces de los Himalayas, purifícame, bendíceme, limpia todos mis actos y recíbeme en tus brazos."




Tuvimos la suerte de conocer a Nandu, un ser muy especial, con una mirada pura y sincera...él tiene su motorickshaw y con él recorrimos la ciudad y nos presentó a gente buena y honesta. El chico que nos llevó en bote por el Ganges nos contó un poco la historia de las cremaciones... La leyenda cuenta que Shiva decretó que si mueres en varanasi, eres incinerado y tus cenizas son esparcidas en el río sagrado, se detendrá el ciclo del samsara o reencarnación y finalmente tu alma estará lista para alcanzar el Nirvana o el estado supremo. Las familias vienen hasta aquí para darle a sus seres queridos la oportunidad de que su alma no reencarne más. Nadie llora, dicen que si lloran el alma no descansará; es un privilegio morir aquí.
Existen dos Ghats de cremaciones: el tradicional donde creman a la gente con leños y el moderno donde utilizan hornos eléctricos, el último es usado por gente muy pobre que no puede pagar la incineración tradicional. Los cuerpos son envueltos en telas simples y colocados en una camilla de caña y luego sumergidos en la orilla del Ganges, ahí se dice que el cuerpo es purificado antes de la cremación. Fuimos testigos del baño de purificación de un cuerpo que espera ser cremado y entregado a la Madre Ganga; por obvias razones, no hay fotos de esa ceremonia... sólo miro, y con mucho respeto me uno en silencio a las oraciones por esa alma que está a punto de ser recibida por el señor transformador de toda la creación, el que destruye para regenerar y quien la guiará hacia el Nirvana.
Aprendí esa noche que existen seres que no son cremados al morir, que sus cuerpos son arrojados al río: son tan puros que no hace falta nada más, sólo ser entregados a las aguas sagradas: Los Sadhus (ascetas, hombres santos, sagrados), las mujeres embarazadas, los bebés y los que han sido mordidos por una cobra, porque éstas son consideradas sagradas (shiva lleva cobras en alrededor de la cabeza y el cuello).
Volví a los Ghats la mañana siguiente a las 5 de la mañana a vivir una experiencia distinta a la de la noche anterior. Vimos salir el sol en este lugar sagrado y dediqué con mucho respeto y agradecimiento un mantra al lugar y a los dioses que nos recibieron y nos dejaron ser testigos de la devoción y espiritualidad de un pueblo.
Sumergí mis pies en las aguas sagradas y me invadió una sensación indescriptible; el corazón casi se sale de mi pecho; cerré mis ojos y esferas de colores entraban y salían de mi ser. Mi espíritu está agradecido y rebosante de felicidad.
Cada momento de esta experiencia está grabada en lo más profundo de mi ser, me ha enriquecido y agradezco por ser tan afortunada.
Namaste.

Salida del sol en el Ganges

26 de octubre de 2007

Vendo iluminación y espiritualidad

Los occidentales nos hemos volcado hacia la filosofía oriental y buscamos con desesperación algún camino que nos aleje del estrés, el capitalismo, el materialismo y nos conduzca nuevamente al camino de la espiritualidad y el desapego.
Está muy de moda viajar a oriente, sobretodo a lugares donde dicen se respira mucha espiritualidad como la India, Tibet y Nepal. Ahí llegamos muchos con la esperanza de encontrar al maestro que nos guíe hacia el camino de la iluminación; otros somos concientes de que no hay que viajar miles de kilómetros para encontrar ese camino: cuando uno está listo el camino se abre sin que uno lo pida o lo busque, viene sólo y el maestros aparece; otros, sin embargo sienten que la única manera de "elevarse " espiritualmente es yendo a cuanto retiro, curso, taller, charla, conferencia y viaje que se le cruce en el camino.
Siempre vas a encontrar a alguien que te venda lo que tú quieres comprar, que te diga lo que tú quieres escuchar y que te haga creer lo que estás esperando que suceda en tí: un cambio "milagroso" que te solucione la vida; pues la India no es la excepción. Dharamsala, ubicada al norte de la India en el estado de Himachal Pradesh, es una ciudad con una energía muy linda, es la residencia del Dalai Lama y de la colonia de refugiados tibetanos; ahí se respira espiritualidad y por eso hay una gran afluencia de occidentales que llegan a buscar ese "algo" que los haga mejores seres humanos. Ahí fui a hacer un curso de yoga, y me dí cuenta que te venden de todo: Yoga de todos los tipos inimaginables, meditaciones variadas a gusto del cliente, reiki, curación, masajes, etc, etc, todo muchas veces en un mismo centro o con un sólo "maestro"..... en otras palabras, te venden espiritualidad, te aseguran casi casi que volverás a tu casa iluminadísimo y con tu tercer ojo del tamaño del sistema planetario. En la India también encuentras de todo y no todos son espirituales, desapegados y buenos. No digo que todos sean unos charlatanes, pero definitivamente hay que ser realistas y tener cuidado para no caer redondito en una gran estafa... en todos lados hay gente buena y mala.
Lo lindo que he aprendido es que casi siempre, uno conoce gente iluminada, sabia, pura y bondadosa en los lugares más inesperados y no necesariamente en un Ashram o templo.
Uno no puede forzar las cosas, nadie te puede solucionar la vida ni asegurarte un camino espiritual seguro; el cambio sincero y el camino espiritual viene desde tu interior y no de fuera; no se estudia ni se imita, se dá en el corazón: si no hay ese cambio sincero, no hay maestro, ni curso, ni taller que lo produzca .... Una vez que ese camino se inicia, las cosas se dán por sí solas sin forzarlas y aunque a veces las cuestionemos o no las entendamos, recibiremos señales que nos dirán que andamos por buen camino.
Namaste.



24 de octubre de 2007

Con mi casa a cuestas

Un pequeño cangrejo ermitaño, que anda sólo con lo que necesita: un refugio.
Deberíamos de aprender de la naturaleza. Los humanos nos atiborramos cada vez más de cosas innecesarias con la excusa que son recuerdos o que nos pueden servir en algún momento, y lo que hacemos es complicarnos buscando un lugar cada vez más grande donde vivir para poder guardar toda esta ruma de bienes (¿o deberían llamarse males?) materiales, sin darnos cuenta que tener un techo para refugiarnos, un poco de comida para alimentarnos y algo de ropa para abrigarnos es lo que necesitamos para vivir... cada día nos volvemos más dependientes de las cosas (el celular, el internet, la TV, el auto, etc) y nos alejamos de nuestra esencia primordial, de nuestra relación pura y desinteresada con la madre naturaleza. Deberíamos sentarnos un rato a meditar sobre lo que está sucediendo en nuestro mundo y las consecuencias terribles que nuestro comportamiento está ocasionando: la contaminación, el uso excesivo de energía, las toneladas de basura que creamos, etc.
Tal vez algún día, y espero sea pronto, porque tiempo es lo que menos tenemos, pongamos nuestro granito de arena y recuperemos la unión simple y pura que teníamos con el cosmos.
Soñar no cuesta nada; y los sueños muchas veces se hacen realidad!!!!!



22 de octubre de 2007

Viaje a la India I. Set/Oct 2007

Luego de 40 días fuera del Perú, vuelvo para contar un poco mi experiencia en la India, un viaje tan esperado, tan soñado, tan lleno de expectativas y planeado desde hace algunos años. Desde su concepción en el año 2003, sufrió de varias modificaciones; y aunque en un principio esos cambios me afectaron un poco, luego descubrí que tenían que suceder así y tenía que aceptarlos como iban viniendo y porsupuesto siempre vinieron con alguna enseñanza a cuestas.

Este no va a ser el único artículo que escriba sobre este viaje: terminaría siendo muy largo y tedioso... escribiré artículos sobre temas que me llamaron la atención y que me tocaron de una u otra forma. También pronto pondré a disposición de todos el blog que hice antes de viajar; ahí podrán ver cómo se fue armando el viaje y cómo fuimos consiguiendo datos; también colgaré datos de sitios recomendables como hoteles, guest houses y restaurantes y nombres de gente especial que conocí por allá y que si tienes la oportunidad de ir a India estoy segura que no te arrepentirás de haberlos conocido.
Salimos de Lima el 10 de setiembre en la noche... nos espera un largo viaje, tres aviones distintos y casi 24 horas de vuelo para llegar al subcontinente indio. Vamos Patic, mi compañera inseparable de viaje y mi hermana de alma , como alguna vez se lo dije a alguien y a quien quiero mucho; y Chelita, nuestra miss India, súper entusiasta.
La ventaja de trabajar para una línea aérea es que podemos viajar barato y con algunas ventajas. Tuvimos la suerte de viajar en primera clase en la porción más larga del recorrido: casi casi como unas reinas.
Aeropuerto de Chicago, listas para embarcarnos a Delhi en en American AirlinesCon el cambio de horario y las largas horas de vuelo llegamos a Delhi, la capital india a las 8:20pm. Ahí nos esperaban del Ringo´s Guest house, un pequeño alojamiento en la zona de Connaught Place, bastante sencillo y básico, con gente muy amable y muy buena onda; si eres mochilero y eres feliz sólo con una cama y un lugar donde bañarte, y no te molesta dormir con hormigas interplanetarias pero inofensivas, entonces este es el lugar.


Ringo´s Guest House, Delhi
Aunque Delhi es una ciudad caótica, contaminada y con un tráfico de locos, tengo que reconocer que en diez años han habido cambios positivos. La señalización de tráfico es muy buena, las pistas están en muy buenas condiciones y ya no te chocas con vacas, camellos y elefantes que te cierran el paso cual camiones de carga. Eso sí, la manera de manejar de los indios no cambiado en lo absoluto: cada quien hace lo que quiere, es la ley del más rápido... la ley de la selva. Los famosos motorickshaws o tuk tuks (muy famosos en asia) y los bicycle rickshaws pululan como hormigas por doquier y aunque no son nada seguros en caso tengas la mala suerte de tener un accidente, son la mejor opción para esquivar el terrible tráfico y llegar rápido a tu destino final.


Bicycle rickshaws
Antes de escribir sobre el recorrido en sí, me gustaría compartir un poco lo que sentí, lo que aprendí, lo que viví durante este viaje.

En India hay muchos contrastes... hay mucha pobreza: gente durmiendo en las calles, suciedad, contaminación y por otro lado hoteles gigantescos super lujosos; jardines maravillosos como el Lodi Garden o el Ghandiji memorial que te transportan a un lugar pacífico, tranquilo, sin ruido y con una energía muy linda. Obviamente contrastes hay en todos lados, pero en muchos casos aquí son más marcados que en otros países del mundo.



vacas sagradas comiendo basura

Aunque uno venga "preparado" para sumergirse en una cultura totalmente distinta, al llegar te das cuenta que hay mucho que aprender y que asimilar y que nada de lo que imaginaste se acerca a lo que te vas a encontrar. Algo tan simple como un movimiento de cabeza que nosotros interpretamos como indiferencia y agresividad es simplemente eso: un movimiento de cabeza para decir está bien (¿aún los preconceptos priman en nosotros?)

Una parte difícil de asimilar, aceptar, digerir y tolerar para nosotros occidentales es la idiosincracia india: el machismo es fuertísimo: Por un lado, las mujeres son consideradas la última rueda del coche (incluyéndonos a nosotras, las turistas), pero por otro son las matriarcas, las que deciden el futuro de los hijos y son respetadas dentro del núcleo familiar; las madres escogen a las novias de los hijos y estos se casan por orden de edad: si hay cuatro hijos en una familia, el tercero por ejemplo nunca se podrá casar antes que el segundo, deberá esperar a que su hermano mayor tenga novia y celebre su matrimonio y ya luego será su turno. La madre decide dónde, cómo y con quién se casarán sus hijos. Las mujeres son muy fuertes y trabajadoras y realizan las tareas más pesadas en el campo, en la construcción, etc.
En el interior del país y en los pueblos pequeños son más marcadas dichas diferencias.

Otro tema complicado de entender es el sistema de castas el cual tiene mucha importancia y mucho peso; y aunque la India ha entrado al mundo de la globalización y occidente tiene cada vez más presencia en su cultura, las tradiciones y el rígido sistema de castas rige aún en la vida de los indios, inclusive en las generaciones jóvenes. Tuve la oportunidad de conversar sobre este tema con un chico indio casado con española y con su amigo de toda la vida, ambos bastante "modernos" aparentemente; sin embargo al ahondar en la conversación pude entender cómo ellos también se dejan regir por las tradiciones y el sistema de castas en lo que se refiere al matrimonio y la vida conyugal. Las castas no se mezclan, y si te enamoras de una mujer de otra casta, entonces ella tiene que trabajar duro para demostrar a la familia y a los amigos que es merecedora de ser aceptada por la familia y los amigos del novio.

Muchas veces aunque no entendamos y no aceptemos las costumbres de un lugar, debemos respetarlas aunque muchas veces sean diametralmente opuestas a las nuestras: el respeto es la base de la convivencia armoniosa entre los seres humanos y debemos tenerlo presente en cada paso que demos por esta y otras vidas.

Un tema muy importante: la religión, la espiritualidad y la devoción; éstas juegan un papel primordial en la vida de los indios y una cosa que es digna de mencionar es la tolerancia religiosa que encontré allá; un buen ejemplo digno de imitar. El hinduísmo es la religión principal con casi el 92% de la población; también coexisten otras religiones como el islamismo, el sikkhismo, el budismo, el jainismo y el cristianismo, todas en perfecta armonía y respeto. Este es un tema muy importante y que caló mucho en mí durante todo el viaje y merece un artículo aparte y especial que pronto escribiré.

Mujeres realizando el puja a orillas del Ganges, Varanasi

La comida fue un tema complicado también pero que felizmente logramos manejarlo bastante bien. No entendíamos nada de nada (matar, shahi, kadai, bharma, tadka, etc) cuando nos traían los menúes y cuando preguntábamos cómo era el plato sólo nos repetían el nombre. Pedíamos "no spicy", "no pepper", "no curry", y nos decían NO PROBLEM; a la hora de la hora te picaban hasta los dientes, jaja!!!! finalmente aprendimos qué platos no picaban y nos ceñimos a esos: basmati rice, dhal, vegetable biryani, paneer teeka y a un par de platos chinos y porsupuesto mucho naan y mucho chapati SIEMPRE. Al final de la comida, un platito con anis cristalizado, anis tostado y azucarado para masticar y matar el picante y refrescar el aliento (claro, con tanto condimento).

Anís para refrescar el aliento y ayudar a la digestión

En el próximo artículo escribiré sobre nuestro recorrido por distintas ciudades y sobre los lugares maravillosos que conocimos.

19 de octubre de 2007

LA FOTO DE LA SEMANA

Después de un largo silencio, vuelvo luego de un viaje maravilloso que hice en Asia: La India y Maldivas. Aún no estoy en Lima, ahora estoy en los cayos de la Florida disfrutando del mar y de la cultura occidental; pero adelanto una foto que tomamos en Las Islas Maldivas haciendo snorkeling. Disfrútenla y prometo hacer varios reportes de mi viaje apenas llegue y me ponga al día.
Namaste!